Mantener la estandarización
Es importante considerar la integración de la nueva tecnología con la tecnología ya existente. Una organización debe considerar: qué interfaces están soportadas, con qué estándares es compatible el sistema, qué elementos de código abierto, si los hay, están presentes, y si el sistema permite modificaciones por parte de la organización de usuarios finales.

La falta de normas puede llevar rápidamente a una organización a un acuerdo de monopolio en el que se limita el número de proveedores que pueden apoyar y mejorar el sistema. Algunos podrían llamar a esto «bloqueo de proveedores», lo que puede ser costoso y debería evitarse.
Apoyo para el desarrollo de habilidades
En el pasado, las grandes organizaciones financieras optaron por adoptar la pila de tecnología de Linux y Java, y otras organizaciones más pequeñas y medianas optaron por adoptar la pila de Windows y .NET. Este enfoque de «dos campos» ya no es dominante en el mercado. Hoy en día, una organización puede mezclar fácilmente la pila tecnológica para los requisitos del proyecto sin experimentar mucha dificultad técnica, si las habilidades están al día.
Una de las consideraciones más importantes de una tecnología debe ser la capacidad del equipo para desarrollar y dominar las habilidades necesarias para aprovechar plenamente la solución. Cuanto más amplia sea la cartera de tecnología de una organización, mayor será el número de habilidades que necesitará el equipo técnico.
Utilizar un marco de valores
Existen varios marcos de trabajo que intentan ayudar a los líderes a tomar mejores decisiones de inversión en TI, como el ValIT y la Metodología de Medición del Valor (VMM). Pero estos marcos deben ser abordados con cautela. A menos que el uso de estas métricas se adopte y se acepte ampliamente en toda la organización y se utilicen, idealmente, con la pericia de un especialista que tenga experiencia en el uso de dichos marcos, deben evitarse.