En el mundo de la informática tenemos dos tipos de tareas en las que trabajamos a diario: proyectos y extinción de incendios. Los proyectos son aquellas tareas a largo plazo que requieren un tiempo dedicado a planificar, evaluar, diseñar, proyectar e implementar. Con los proyectos, normalmente se dispone de un tiempo prolongado para hacer las cosas. La lucha contra los incendios, sin embargo, es una historia totalmente diferente; implica cuestiones de apoyo en el momento en que surgen durante el día de trabajo, y no tienes ni idea de cuándo va a llegar el siguiente.
Lidiar con los incendios es como jugar a «whack-a-mole»; uno aparece y antes de que te des cuenta tienes otro incendio que extinguir. El tipo de estrés que suele acompañar a la lucha contra los incendios puede ser suficiente para causar un agotamiento personal, así que antes de que te encuentres luchando por apagar tu propio fuego, presta atención a estos tres consejos de probada eficacia que pueden ayudarte a ahorrar un mundo de tiempo.
1. Arreglarlo inmediatamente, pero planear para el futuro arreglo
Como la presión es tan alta cuando se lucha contra los incendios informáticos, es demasiado fácil manejar la situación inmediatamente y seguir adelante sin pensar en futuros brotes. Te das cuenta de que el problema se ha resuelto y ya nadie llama, así que puedes pasar a lo siguiente. Antes de que te des cuenta, te encuentras arreglando exactamente el mismo problema unos meses después. Se siente como una situación sin salida. Entonces, ¿cómo se sale? Bueno, sigues el mismo proceso, pero añades un paso extra; haces lo que sea necesario en ese momento para extinguir el fuego informático (¡que se jodan las repercusiones a largo plazo!), pero tan pronto como lo arreglas, haces una nota para volver y hacerlo bien. Y luego en realidad vuelve y hazlo bien.
2. Documentar el arreglo
No se puede planificar los incendios (ni tomarse el tiempo necesario para combatirlos), pero se puede estar mejor preparado y ser más eficiente cuando surgen ciertos problemas. Una forma sólida de hacerlo es documentando el arreglo. Desafortunadamente, este tipo de documentación es una de las primeras cosas que salen a la luz durante una situación de alta presión de inactividad. A veces parece que pensamos que no tenemos tiempo para ello, cuando la realidad es que perdemos más tiempo al saltarnos este paso vital. Mira, no tienes que escribir un manual, sólo asegúrate de anotar cualquier información importante y matizada que encuentres durante la resolución de problemas. En serio, ¡necesitarás esto más tarde!
3. Automatizar la solución
Finalmente, si no puedes resolver el problema permanentemente, automatiza la solución. Lo único peor que arreglar el mismo problema dos veces es arreglarlo manualmente las dos veces. Puede que sea más rápido la segunda vez, pero ¿por qué pierdes el tiempo haciendo esto? Lo primero y más importante es asegurarse de que no vuelva a ocurrir el mismo incendio. Sin embargo, si por alguna razón no puedes, asegúrate siempre de escribir o automatizar la solución para que la resolución de la segunda vez sea pan comido.
La próxima vez que descubra que algún servicio está caído, no reinicie el servidor y espere lo mejor. Claro, eso podría arreglarlo por hoy, pero ¿qué pasa con mañana o el día siguiente? Te imploro que no seas ese departamento de TI que tiene un programa de reinicio de servidores sólo porque no solucionarán el problema de raíz.